lunes, 20 de septiembre de 2010

Adolescentes

(no, no es un post de fotos de los Teen Angels)

Hola

Limpiando un poco el polvo después de unas (in)merecidas vacaciones neuronales. Es increíble todo lo que puede pasar en un mes, y ni hablar de lo que uno no se entera. Dedos a la obra.

(viaje en el tiempo a 2007)

Analicemos un poco las circunstancias bajo las cuales Mauricio Macri se hace con la Jefatura de Gobierno. Caído en desgracia Aníbal Ibarra tras su destitución por el caso Cromañón, era la época de esplendor de la pelada de Telerman. Efímero esplendor ciertamente, pues en su período no llegó a tomar consistencia su armado, si es que alguna vez existió. Entonces van a las elecciones, quedan en segunda vuelta Macri (más conocido como "Mauricio") y Filmus. Termina 60/40, más allá de la derrota y de que se trataba de un ballotage, 40% para un armado filo-para-peronista en la ciudad del Obelisco no está nada mal. Sin embargo del lado amarillo se largó el festejo casi por anticipado. Las premisas eran simples: una oferta hecha a medida del sediento electorado capitalino descontento con la administración nacional, promesas de "equipos técnicos" que iban a resolver eficientemente los problemas crónicos de la ciudad (ie, inundaciones), y tácitamente la promesa de administrar Buenos Aires como una empresa, eficientemente.

De entrada empezaron los golpes de efecto, como despedir a miles de empleados públicos, cosa que no pasó a mayores. Pero bueno, la gente contenta compraba. Después de dos administraciones de Ibarra, un casi-progre, venía el bote de la derecha, flamante y pintado de amarillo. Decían que eran la nueva política. Se configuró el mapa político de la siguiente manera: Macri el ejecutor, el líder, Rodríguez Larreta como el "cerebro" y Gabriela "Gaby" Michetti como el rostro humano del macrismo (y no lo dije yo eh). Detrás del escenario, el prolífico Durán Barba abastecía de grandes cantidades de sarasa para todo tipo y ocasión. Agregar un grupo de egresados del Newman (no, no es joda), otro de mano de obra desocupada, mezclar y dejar cocinar hasta que explote el primer quilombo.

Viéndolo tres años después, y apegándome al dicho de que todos somos DT con el diario del lunes, era obvio que era un cuerpo sin columna vertebral. Creo que una vez escuché que el Pro era "el partido vecinal más grande del país", y no sé si hay una frase que lo describa mejor. Es tentador tirarle a matar por que sí, después de todo es muy "pegable" con el bigote y todo eso, pero no quiero ser panfletario tampoco. No todo lo que hizo fue un desastre, al menos en los papeles.

Por ejemplo, lo de las bicisendas es importante, aunque más no sea puramente declarativo frente al amo y señor de las calles, el automóvil. Va a costar más que unos litros de pintura poner en dos ruedas a la gente. El polo tecnológico es otro claro ejemplo de una buena idea mal implementada: desarrollar una zona postergada otorgando beneficios a cierto tipo de empresas en teoría suena bien. Hasta que uno llega y se da cuenta que no hay transporte (el subte no llegó todavía y pasan dos líneas de colectivos solamente), los servicios no están a la altura de las circunstancias (al principio no llegaba la fibra óptica, y cada tanto no hay agua o luz), la zona es un tanto complicada de noche, y así varias cosas que no sólo espantan a las empresas, si no que además hasta los empleados de las empresas que están instaladas se van. Esto no me lo contaron, lo ví.

En cambio ejemplos de las cosas que se hicieron mal sobran. La implementación de la Policía Metropolitana derivó en un escándalo de proporciones épicas, sin mayor impacto en la seguridad por otra parte. Macri mismo quedó pegado con el tema de las escuchas. La brutalidad de la UCEP, el recorte de presupuesto a la educación y salud, y así un largo etcétera.Culminando al momento de escribir ésto en la seguidilla de derrumbes que daría para hacer chistes de no ser por que se muere gente en esos episodios.

Ahora ante cada tropiezo se empieza a dibujar un esquema universal, que consta de básicamente dos pilares: la negación del hecho ante la opinión pública y la mitigación del daño hacia adentro. Cada vez que pasa algo, sale Larreta a dar explicaciones, Michetti desvía la atención con alguna boludez (perdón por la palabra, cómo decirle si no?) y Macri sale a decir que es culpa de cualquier otro menos de él. Que no vio nada, no sabe nada, no hizo nada. Parecen una banda de pibes que se cubren de una travesura casi.

¿Por qué gente ciertamente capaz de otro tipo de actitud termina prestándose a éste pasteurizado teatro? Creo que es por que una salida del libreto en solitario de alguno de los principales miembros sería fatal para el conjunto. No todos están en igualdad de condiciones, y mucho menos de origen. Siguen sin poder resolver el dilema entre las facciones peronista y no peronista, y con las bases en direcciones opuestas no alcanza con el discurso. Tiene que aprender de sus errores, dejar de pensar que puede vivir para siempre como Peter Pan, que no puede echarle la culpa a los demás de todo.

En otras palabras, tiene que crecer.


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