martes, 17 de agosto de 2010

Casi Realidad

La mayoría de los que me conocen saben que soy particularmente propenso a decir boludeces. No lo voy a negar, es un hecho de la vida. Al menos me doy cuenta y no hago como otros que predican como el evangelista de Plaza Once.

Hasta ahí todo bien. El problema es cuando las boludeces que uno dice terminan siendo verdad. O peor aún, empiezan siéndolo. Entonces uno se siente medio vacío respecto al verdadero propósito de la boludez. O sea, si yo cuento que puse el caldito knorr con el envoltorio de aluminio, era un chiste pelotudo o realmente pasó?

Así que hago la presentación del concepto de "casi realidad". O sea, esas cosas que están en el límite de lo imaginable por quien las cuenta y creíble por quien las escucha. Tengo una lista larga y no voy a empezar ahora, pero creo que la lista es más bien personal, dado que las fronteras de la credulidad varían considerablemente entre personas.

De por sí no es nada malo, a menos que la lista pase a ser más extensa que la de certezas o fakes, entonces ahí sí es cuando uno debería llamar al prosam(*) para conseguir su dosis diaria de calmantes.

Por que de éso se trata.

(*): Servicio de "salud mental" de cierta obra social a la cual no le pienso hacer propaganda.

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