sábado, 15 de mayo de 2010

Orden (y vemos si progreso)

Son poco más 8 de la mañana de un sábado y estoy acá intentando ordenar éste desorden indescifrable en el que se ha convertido mi cuarto. Cosas tiradas por todas partes, zapatillas, alpargatas, ropa de diversos tipos (algunas que ni sabía que tenía), sobrecitos de té, cajitas de remedios, y un montón de cosas de las cuales me llevaría todo el día inventariar.

Mayoritariamente no hay suciedad, o sea, no soy sucio, sólo desordenado, y mucho. Pero pretender que un poco de polvo no encuentre alojamiento entre la maraña de inserticios que se forman entre las cosas es demasiado. Así que hoy me levanté temprano y estoy intentando poner cada cosa en su lugar. Vengo de una noche tranquila donde visitamos con una amiga un teatro de stand up. Los chistes de bebés no me causan gracia, en cambio un viejo que dije "uh preparen las almohadas" cuando lo ví, con un tema tan simple como pegarle a la mierda que es el cine actual (o sea, el cine como lugar físico donde vas a ver las películas, los complejos de los shoppings), se robó prácticamente la noche.

El espectáculo terminó cerca de las 2am, dado que no había mucha opción, terminamos quebrando en un McDonalds. Pedimos sendos cuartos de libra con queso, los comimos medio como con la resignación de quién no tiene nada mejor a mano, estiramos las patas un rato (las sillitas del teatro eran hermosas pero terriblementente incómodas). En una de esas, caigo que el ambiente tenía un toque dolinesco, a mi alrededor veo toda gente quebrada, abandonada por sus esposos/mujeres/novi@s, planes frustrados (no, bueno esto ya es más mi imaginación, pobre gente). Vuelvo a mirarla y le comento:

Yo: Este lugar es una tristeza, sabés que le falta? Vender cerveza, aunque sea sólo de noche. Imaginate uno de éstos (levanto mi coca grande a medio terminar) lleno de una stella rebosante y helada...
Ella: Vos dejá de pensar en tomar alcohol! Aparte sería un asco, como todo lo que venden acá.
Yo: Tenés razón. Mirá lo que terminamos pidiendo. Hay miles de bares abiertos ahora en esta ciudad que podrían servirme un chopp de la birra que se me cante y yo pidiendo cerveza de McDonalds.
Ella: Bueno, yo les pediría un triple cuarto de libra con queso jajaja
Yo: Jaja dale pero que ya te anoten en la lista del... inadi? como era el de los higados?
Ella: El de los hígados?
Yo: Donde hacen transplantes
Ella: No pelotudo, mirá lo que acabás de decir. Es el incucai, y no es que regalan hígados, no es una carnicería.
Yo: Ay no, tenés razón, estoy re dormido, perdoname. Rajemos antes de que el violador aquél se avive de que no sé ni cómo me llamo.
Ella: No te gusta la competencia a vos eh... dale vamos.

Y nos fuimos.

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