Después de que hiciera el ejercicio de ver cuánto le debía a cualquiera, irónicamente hoy salí apurado al laburo, me olvidé de sacar billetes físicos y a la turba hambrienta no se les ocurre nada mejor que caer en un antro donde obviamente tenés que pagar en cash. Así que tuve que apelar a la muy buena voluntad de un compañero que me tiró unos mangos para pagarme la milanesa.
Por ahora, el lugar y la onda de la gente... es medio "meh", habrá que ocuparse de otras cosas.
Como cenar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario